Quisiera hablar de este bebé. Este bebé que se convierte en mi embrión nº... no nacido... Este bebé que se quedó y creció, pero en el lugar equivocado. Que si se hubiera quedado donde le dejaron hoy podría tener ocho semanas y estar ya latiendo...
Tras tantas transferencias de embriones de FIV, llega uno que parece que se quiere quedar y se mueve hacia otro sitio… ¿Por qué?
A este bebé lo voy a llamar Eva, que iba a nacer en Mayo y que a mi me daba miedo tener a una Tauro para mi solita. Nunca le he puesto nombre a mis bebés que no nacieron, pero en esta ocasión si quiero hacerlo pues me da la sensación de que voy a negármelo más que a ninguno. Quiero decir que me cuesta sentir que he perdido un bebé, quizás porque desde el principio algo iba raro y no sabíamos qué y yo no me permitía conectarme bien con ella porque no me la imaginaba dentro; la deseaba, la anhelaba, pero no me lo creía… desde el principio.
De hecho, desde que en la clínica me la enseñaron antes de transferirla hubo algo que no me gustó; había algo cetrino en esa imagen de mi embrioncillo Eva.
En este embarazo he tenido más síntomas que nunca, no sé si provocados por ser ectópico o porque si. Y eso me hacía estar contenta: cuando a las cinco semanas ya tuve que ir a urgencias por los dolores y no vieron nada en el útero, pues yo quise creer en lo que me dijeron allí: que de ese tiempo podía verse algo o no, así es que mis naúseas, mis mareos, mis venas en el pecho, mi estar como flotando, me decían que sí que estaba allí, que tranquila,que quizás iba despacio, pero iba...
¡Madre mía!… y mi útero vacío, sobrealimentado de estradiol y progesterona, mantenido así, en un tiempo muerto, convertido en un espacio absurdo, precioso , pero para nadie.
Eva había buscado otro espacio para crecer.
El sitio incorrecto, pero el sitio que ella creyó era el suyo.
Es mi pequeña Eva Lavandeira, esa niña que en Galicia se salió del coche de su padre en un bosque y la encontraron muerta al cabo de unos días con las manitas debajo de la cara como una almohada, como si se hubiera echado a dormir.
Pues así se fue Eva, a dormir a un sitio que no era el suyo, a una trompa; allí se acurrucó y creció hasta que el 5 se Septiembre de 2009 ese sitio se rompió y se la llevó por delante.
A mi me ha dejado como un pollito desangelado y huérfano, frágil. Me ha dejado un entuerto de sentimientos en los que se mezclan la rabia, la pena, el cabreo, la culpa . Necesito encontrarle un sentido a lo que ha pasado, pensar que porque sí, es demasiado doloroso, aunque buscándolo siento que necesito una justificación que puede que no exista. ¿Por qué un embrión que no tiene movilidad (hacia arriba) se mueve ascendentemente?¿Qué tengo que ver?