Son las cuatro de la mañana del Lunes 24 y oigo demasiado trasiego por la casa...A las cinco todos estamos despiertos y Alberto me anuncia que Natalia está de parto y que ya han llamado a la matrona, pues el parto va a ser en casa.El problema es que hay unos 5º bajo cero y ella está a una hora y media de la cas....Bueno, no pasa nada...ésto acaba de empezar! a las siete de la mañana ya ha habido contracciones, gritos, planes para irnos los niños y yo de la casa ,pues hay demasiado jaleo.
A las siete me pide Alberto que les cuente un cuento a los niños para que estén callados.Empiezo.Siete y diez, se asoma de nuevo y me dice que la niña va a nacer en unos diez o quince minutos.Vale, la matrona debe estar a punto de llegar.Oigo un grito...Eva!...qué? he oido mal? ...Eva!!!!salgo y me dicen...ven, corre, está naciendo...
Me acerco y entro en un bucle del que no salgo en los próximos minutos...La cabeza está fuera , hasta los hombros lo están! pero es tal el shock que no veo si la cara está boca arriba o boca abajo...
Los niños se han quedado en la habitación y la hija de ellos quiere asomarse y le decimos..no, cierra!!!
Alberto llama a la matrona y me quedo yo sóla sosteniendo ese cuerpecito que está...morado, mojado, encogido muy estrechamente, deslizándose poco a poco..Natalia no grita, deja hacer a la niña...El mundo literalmente se para, sólo está el bebé saliendo muy poco a poco..Tocamos su cuello para comprobar que no hay vueltas de cordón.Yo, pienso: serenidad, estamos aquí, no hay más que hacer que sostener.Está morada, no llora, pero no es imprescindible.Ella sabe.La cabeza fria, Eva.Hay que poder con ésto.Respira.Te ha tocado.
En esos quince segundos que estoy yo sóla sosteniendo la niña abre los ojos y estira los brazos.Yo ya me quedo tranquila.Siento que marcha bien.
Ya sosteniendo entre Alberto y yo, la niña se desliza del todo , la da un masaje ,giramos a la mamá y se la ponemos en el pecho, por supuesto con el cordón intacto, aún unidas por él.
Son las siete y veinte.
Sacamos a los niños para que la conozcan y en diez minutos llega la matrona y un poco después sale la placenta.
Todavía estoy recuperándome de la experiencia.Ver salir a la niña del conducto vaginal, fue como ver salir una ameba, yo que se, algo increible.Me metió a mi en el planeta parto!
Por cierto, que la niña pesaba...cuatro kilos!!!
A las siete me pide Alberto que les cuente un cuento a los niños para que estén callados.Empiezo.Siete y diez, se asoma de nuevo y me dice que la niña va a nacer en unos diez o quince minutos.Vale, la matrona debe estar a punto de llegar.Oigo un grito...Eva!...qué? he oido mal? ...Eva!!!!salgo y me dicen...ven, corre, está naciendo...
Me acerco y entro en un bucle del que no salgo en los próximos minutos...La cabeza está fuera , hasta los hombros lo están! pero es tal el shock que no veo si la cara está boca arriba o boca abajo...
Los niños se han quedado en la habitación y la hija de ellos quiere asomarse y le decimos..no, cierra!!!
Alberto llama a la matrona y me quedo yo sóla sosteniendo ese cuerpecito que está...morado, mojado, encogido muy estrechamente, deslizándose poco a poco..Natalia no grita, deja hacer a la niña...El mundo literalmente se para, sólo está el bebé saliendo muy poco a poco..Tocamos su cuello para comprobar que no hay vueltas de cordón.Yo, pienso: serenidad, estamos aquí, no hay más que hacer que sostener.Está morada, no llora, pero no es imprescindible.Ella sabe.La cabeza fria, Eva.Hay que poder con ésto.Respira.Te ha tocado.
En esos quince segundos que estoy yo sóla sosteniendo la niña abre los ojos y estira los brazos.Yo ya me quedo tranquila.Siento que marcha bien.
Ya sosteniendo entre Alberto y yo, la niña se desliza del todo , la da un masaje ,giramos a la mamá y se la ponemos en el pecho, por supuesto con el cordón intacto, aún unidas por él.
Son las siete y veinte.
Sacamos a los niños para que la conozcan y en diez minutos llega la matrona y un poco después sale la placenta.
Todavía estoy recuperándome de la experiencia.Ver salir a la niña del conducto vaginal, fue como ver salir una ameba, yo que se, algo increible.Me metió a mi en el planeta parto!
Por cierto, que la niña pesaba...cuatro kilos!!!